
PREGUNTA: ¿POR QUÉ LAVARSE LAS MANOS DESPUÉS DE VISITAR AL CEMENTERIO O ASISTIR A UN FUNERAL?
RESPUESTA:
Es costumbre lavarse las manos después de participar en un funeral o visitar un cementerio.
La costumbre común es lavar cada mano tres veces, alternando entre las manos derecha e izquierda.
La razón básica de este lavado es que cada vez que la santidad se va (en este caso, el alma del cuerpo), las fuerzas negativas intentan llenar el vacío. Los espíritus negativos que rodean a la persona muerta se adhieren específicamente a las manos de una persona, ya que las manos son la parte del cuerpo que más se extiende hacia el “exterior”.
Algunos explican que este lavado de manos alude al lavado de manos ritual realizado por los ancianos de la aldea cuando se encontraba un cadáver fuera de los límites de la ciudad. Después del lavado, los ancianos decían: “Nuestras manos no derramaron esta sangre, ni nuestros ojos vieron [este crimen]”.
Lavarse las manos también sirve como un recordatorio para los vivos de que deben dedicarse a sus vidas sirviendo a Di-s de una manera pura.
Al salir de un cementerio, algunos tienen la costumbre de arrancar un poco de hierba con tierra y arrojarla detrás de ellos. Luego, se lavan las manos. Una razón para esto es que recuerda las cenizas purificadoras de la vaca roja, que incluía la planta de hisopo y se mezclaba con agua especial. Así, la tierra, la hierba y el agua simbolizan estos tres elementos.
Después de lavarse después de un funeral (o cuando visitan el cementerio), muchos tienen la costumbre de derramar el agua extra en la taza de lavado y dejarla volcada para que no queden restos de agua
Muchos tienen la costumbre de no secarse las manos, sino dejar que se sequen solas. Esto simboliza la idea de que no queremos olvidar este día de la muerte: no estamos ansiosos por “borrar” nuestros pensamientos de duelo y pérdida.
La costumbre es lavarse las manos lo antes posible y no entrar en una casa hasta que se laven las manos.
Que merezcamos el día en que Di-s “se tragará la muerte para siempre; y Di-s limpiará las lágrimas de todas los rostros…