• VENTA DE JAMETZ
  • RESERVÁ TU MATZÁ SHMURÁ
  • contáctenos
  • donar
Facebook Instagram
  • Hoy: 19 Adar 5781 03/03/2021

  • Parashá: KI TISA-PARASHÁ PARA

  • Enc. de Velas: 19:04 Buenos Aires

  • Buscar
  • Inicio
  • Qué es Jabad
  • El Rebe
    • Escribir al Rebe
    • El Ohel
    • Biografía
    • Historias
    • Enseñanzas
  • Instituciones
    • Acción Social
      • Ieladeinu
      • La Fundación
    • Mujer
      • Beit Jana
      • Majon Or Jaia
    • Jóvenes
      • Aieka
      • Cteens
      • Ieshiva Anoji
      • ISEJ
      • El Lazo
    • Educación Formal
      • Nivel Inicial
      • Escuela Primaria
      • Escuela Secundaria
  • Festividades
    • Las Altas Fiestas
    • Sucot y Simjat Tora
    • Januca
    • 10 de Tevet
    • Tu Bishvat
    • Purim
    • Pesaj
    • Sefirat Haomer
    • Pesaj Sheni
    • Lag Baomer
    • Shavuot
    • 9 de Av y las 3 semanas
    • 15 de Av
  • Contenido
    • Shabat
    • Kosher
    • Mitzvot
    • Ciclo de Vida
    • Jasidísmo
    • Israel
    • Di-s y el hombre
    • Mujer
    • Mashiaj y Beit Hamikdash
    • Holocausto
    • Relatos
    • Preguntas frecuentes
  • News
    • Nacionales
    • Internacionales
  • Contáctenos
  • Donar

¿Di-s es femenino o masculino?

¿Por qué Di-s siempre es referido en sexo masculino? Lo llamamos Nuestro Padre, nuestro Rey, y siempre es «Él». Obviamente Di-s no es un hombre. ¿Por qué el judaísmo perpetúa esta dominancia masculina patriarca?
De hecho, Di-s trasciende todo género. Siendo la fuente de toda vida, Di-s alberga tanto género masculino como femenino. Esto está reflejado en nuestras plegarias. A veces llamamos a Di-s en aspecto femenino, y a veces en su aspecto masculino. Depende del contexto.
De hecho, nos referimos a Di-s en femenino en una de las plegarias más populares: «Lejá Dodi». Cada viernes a la noche, recibimos a la «Novia Shabat», y a la «Reina Shabat». ¿Quién es esta novia real? Es la Shejiná, la Divina Presencia femenina que desciende en este día de descanso. ¿Por qué Di-s es femenino en esta plegaria, mientras que en la mayoría de las plegarias es masculino?

Para responder a esto, analicemos una básica referencia entre masculino y femenino. Conozcamos a Brenda y Mike.
Mike llega a casa luego de un estresante día de trabajo. Brenda percibe su mal humor.
Brenda: ¿Qué sucede Mike? ¿Está todo bien?
Mike: ¿Eh?
Brenda: ¿Qué te está molestando?
Mike: Nada
Brenda (ofendida): ¿A qué te refieres con nada? Yo veo que hay algo malo. ¿No te importo lo suficiente como para compartir tus sentimientos?
Mike: ?????
Brenda se ha olvidado que los hombres sólo comparten sus problemas cuando piensan que puedes ayudarlo a encontrar una solución. De lo contrario, ¿Para qué cargar a otro con sus problemas? Siendo que Mike siente que sus temas en el trabajo no le conciernen a Brenda, se los guarda para él mismo. Ella no le puede aconsejar, así que él intenta solucionarlo por sus propios medios. Mientras tanto, ella se siente abandonada y no involucrada, porque las mujeres comparten sus problemas no para encontrar una solución, sino sólo para compartirlos y sentirse acogidas y amadas. Ella no planeaba aconsejarle nada, sólo quería estar allí para él. Pero los hombres no entienden eso.

 

 

Ahora, demos vuelta las cartas. Otro día, Brenda llega a casa del trabajo, y antes de que Mike le diga algo ella le dice:
Brenda: He tenido un día tan estresante. Mi jefe es un animal. No puede parar de presionarme sin importarle lo que hago. Y no puedo soportar su condescendiente actitud.
Mike: Te he dicho un millón de veces que debes dejar el trabajo. ¿Por qué sigues yendo?
Brenda (frustrada): No te he pedido un consejo sobre mi carrera, te estoy contando sobre mi día. Estoy muy contenta con mi trabajo.
Mike: ?????
Lo que Mike no entiende es que las mujeres lidian con sus problemas de forma diferente a los hombres. Brenda no buscaba un consejo, ella buscaba comprensión. Todo lo que Mike tenía que hacer era escucharla con mirada comprensiva y emitir el tan tranquilizante sonido de «mmmmm». Esta es la manera femenina de lidiar con un problema: compartirlo con alguien que le importe, y ellos al escuchar, harán que ella no se sienta mal. A los hombres les gusta aconsejar, pero las mujeres solo quieren compartir sus frustraciones para luego sentirse mejor, incluso si no cambia nada.

 

Esto es por supuesto una generalización. Pero es muy cierto. Para un hombre, un problema precisa una solución. Para una mujer, un problema precisa ser compartido. Los hombres intentan cambiar los hechos. Las mujeres intentan cambiar los sentimientos. Los hombres intentan mejorar la situación. Las mujeres intentan sentirse mejor con las cosas de la manera que son.

 

Ahora veamos a Di-s. Di-s tiene modos de expresión femenina y masculina, porque Di-s es la fuente de ambos. Di-s puede ser el solucionador masculino de los problemas, o el tranquilizador femenino de las almas turbadas. En la plegaria, nos dirigimos a ambos. Depende de la circunstancia. A veces queremos una respuesta masculina de Di-s, y a veces precisamos un acercamiento femenino.

 

Generalmente rezamos porque hay un problema que tiene que solucionarse. Alguien está enfermo y precisa una curación, alguien está deprimido y precisa que se lo «levante», hay gente hambrienta que precisa que se la alimente, y el mundo está lleno de dolor y oscuridad y precisa cambiarse. Sería desubicado dirigirse al lado femenino de Di-s con estos pedidos. No queremos sentirnos mejor sobre la pobreza, queremos acabarla. No queremos llegar a un trato con la enfermedad; queremos una cura. Así que le rezamos a «Nuestro Padre, nuestro Rey», el aspecto masculino de la Divinidad. «Di-s, ¡soluciona el problema!».
Pero hay veces que no buscamos un cambio en el mundo, sino una apreciación del mismo en un nivel más profundo. En Shabat, no queremos arreglar cosas. Desistimos de la agresiva misión de mejorar al mundo a través del trabajo y la creatividad, y disfrutamos de los placeres naturales que el mundo ya tiene: amistad, familia, espiritualidad. Más que cambiar la realidad, buscamos nutrir su belleza innata.
Así que en la noche del viernes, recibimos a la Divina Presencia en la forma de «La Reina Shabat», o la «Novia Shabat». Es el aspecto femenino de la Divinidad que desciende en Shabat, no para resolver los problemas del mundo, sino para adentrarnos en la conciencia de que el mundo en el que vivimos ya es bello.

Notas Relacionadas:

Preguntas frecuentes

¿El judaísmo es un culto?

Pregunta: Me encontré con una vieja compañera. Está estudiando en un seminario, y ahora es religiosa. Después de hablar con ella durante unos cinco segundos, sentí que le habían lavado el cerebro. La forma en que hablaba era como si estuviera inmersa en un culto. No tengo nada en contra de la religión, ¿pero acaso […]

LEER MÁS
Mitzvot

¿Debo usar mis tzitzit hacia afuera?

Depende a quién le preguntes. Indaguemos un poco: Leemos en la Torá, «Éstos serán flecos para ustedes, y cuando los vean, recordarán todos los preceptos de Di-s para cumplirlos. Y no irán tras vuestro corazón y ojos, que tienden a desviarlos…»   Con respecto a esto, Rabí Iosef Karo (1488-1575) escribe en su Shulján Aruj […]

LEER MÁS
  • 19 Adar 5781 03/03/2021

    VER CALENDARIO >

    CONVERSOR DE FECHAS >

  • Parashá

    KI TISA-PARASHÁ PARA

  • Encendido de Velas

    19:04 Buenos Aires

  • Enseñanza Semanal

  • Revista Esencia

  • Encontrá tu Beit Jabad

    Ver todos >

  •  

Agüero 1164 / Buenos Aires / CP 1025 / Argentina / Tel. (+54 11) 4963-1221 / contenidos@jabad.org.ar


@2018 Jabad Lubavitch Argentina